domingo, 7 de septiembre de 2008

EL KYBALION

Hoy les hablará sobre uno de los libros mas importantes del Ocultismo y que es base fundamental de muchas escuelas iniciaticas, escrito hace miles de años y usado desde la época de los Egipcios, siendo sus pensamientos la base de muchas religiones.

Me estoy refiriendo al Kybalion, un libro escrito por Hermes Trismegisto, un sabio cuyo detalles de su vida se pierden en el tiempo, pero se sabe que vivió antes de Moisés y era reverenciado por todos los sabios de su época. Incluso hay autores que afirman que Abrahán recibió de el, muchos de sus conocimientos.

Su nombre era Hermes, pero se le llamaba también Trismegisto, que quiere decir, tres veces grande y escribió un libro de conocimientos ocultos - llamada Kybalion -, con los siete principios básicos de la sabiduría, que son los que me referiré hoy.

El libro comienza con una frase clave para entenderlo y dice: “ Los principios de la verdad son siete. El que comprenda esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual, todas las puertas del templo se abrirán de par en par”.
Cerrando el mismo esta frase: Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído, capaz de comprenderlo.

Estos dos pensamientos abren y cierran el libro, estando en la mitad, estos siete principios esotéricos, que en próximas entregas detallaré con mas profundidad.

El primer principio dice: todo es mente, el universo es mental.
Lo que piensas, se manifestará. Señala que todo lo que sucede en nuestra vida, tiene su origen en la mente. Por eso es tan importante crearse metas claras y definidas y apuntar las energías en cosas concretas. Si se piensa en positivo, los resultados serán positivos. si se piensa en negativo, la energía de la mente nos llevará a resultados negativos.

El segundo principio dice: Como es arriba, es abajo. Este concepto nos habla de la importancia de la regencia de los astros, en la vida aquí en la tierra. Los planetas que dominan el Universo, también nos rigen a nosotros. Sabiéndolo, podemos modificar nuestro destino y aprovechar las influencias positivas y evitar aquellas que son negativas.

El tercer principio dice: Nada está inmóvil. Todo se mueve, todo vibra. Señala que los cambios rigen nuestra vida. Todo es cambio, nada es estático, razón por la cual, debemos adaptarnos a ellos y no luchar contra ellos. Al sol sigue la luna, a la lluvia la sequía, al dolor, la felicidad, a la vida, la muerte, al esfuerzo, los resultados. Entender que la vida es cambio, es entender la vida misma.

El cuarto principio señala que todo es dual, todo tiene dos polos, todo tiene cosas que unen y cosas que separan. Si pensamos cosas negativas, atraemos cosas negativas. Para que eso no suceda, debemos cambiar el polo y atraer con nuestra mente acontecimientos positivos.

El quinto principio indica que todo fluye y refluye, todo tiene sus periodos de avance y retroceso, todo tiene sus mareas. Es otra manera que se debe encarar la vida y entender que, debemos aprovechar los momentos buenos y felices de nuestra vida, porque los mismos -lamentablemente- no son para siempre. Nos da un punto de apoyo, porque, no importa lo mal que hoy podamos estar, eso también pasará y nos espera un tiempo de felicidad el cual cuando llegue, debemos aprovechar al máximo.

El sexto principio dice: Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene su causa. La suerte no es más que un nombre que se le da a una ley no conocida por los hombres. La casualidad no existe. Existe la causalidad. Las cosas no suceden porque si, sino porque se le provocan.

y por último, la séptima ley indica que todo tiene su principio masculino y femenino. El sol rige la fuerza, lo masculino, la luna rige la sensibilidad, lo femenino. Las dos energías entrecruzadas, ofrecen el equilibrio. Si en una situación o una persona, existe una sola fuerza, hay desequilibrio. El animal más violento y sanguinario de la selva, necesita de afecto y amor, para vivir.
La persona mas humanitaria y afectiva de la tierra, necesita un grado de fuerza, competitividad, carácter agresividad, para sobrevivir. La carencia de una fuerza, lleva al caos.

La suma de estos siete principios herméticos, es lo que el Hermes Trismegisto en su libro EL KYBALION llama sabiduría.